martes, 8 de febrero de 2011

SIERRA DE JUÁREZ


SIERRA DE JUAREZ
Entre los años 81 y 87 trabaje en la Ciudad de Tuxtepec, Oaxaca, México, desempeñándome como ejecutivo de una empresa financiera, llamada por esos entonces Banco Comermex S.A. esta Ciudad esta enclavada al norte del estado, viendo el mapa, me recordó a mi municipio natal Reforma, Chipas ya que este lugar se encuentra en una joroba que hace el mapa del estado, precisamente al norte de esa entidad federativa, al igual que el mi municipio, Tuxtepec, lugar que ocupa un lugar preponderante en la vida de nuestra nación por su legado histórico, ya que en el nace el presidente Don Porfirio Díaz, una de sus fuente de ingresos es la pesca, la agricultura, entre ella la siembra de la caña de azúcar, la producción de papel, la cosecha de café de grano, una hidroeléctrica y la fabrica de cervezas modelo de México que ahí cimento una gran instalación dedicada ha este comercio, lugar pintoresco, de gente afable, comida variada, se come cecina, mole negro, pescado mariscos y un interminable Etc. en la producción de su gastronomía; a la margen del rio papaluapan hay una gran fila de comercios que se ubican sobre la calle independencia aquí también se encontraba las oficinas del banco, un edificio sobrado para tal efecto con un amplio hall, al fondo su mostrador de atención de cajas, cambios de cheques, pagos diversos y en el patio tres sendos escritorios donde ubico al ejecutivo de cuentas de ahorros y valores enseguida a la Señorita secretaria de la gerencia y por ultimo el escritorio del gerente de esa sucursal bancaria, fue una época de bonanzas, viajes a distintos lugares cercanos a este lugar, un viaje que hice fue a la ciudad capital del Estado de Oaxaca, Oaxaca, precisamente por carretera, saliendo de mi lugar de residencia por valle nacional (valle de los miserables), tomando por la sierra de Juárez, una carretera de lento transitar por lo quebrado del terreno, una llovizna pernitente durante todo el trayecto, dejando una curva e inmediatamente entrando en otra, la velocidad promedio que puede manejar es de unos veinte o cuarenta kilómetros por hora, carretera resbalosa, pendientes prolongados un subir y bajar tramo por tramo, cabe decir que todo ese sufrimiento al ir manejando se ve recompensado por su inolvidables parajes, una vista de películas durante todo ese caminar, allá muy arriba de la cima un poco antes de llegar a Guelatao, pare en un restaurante que esta a orillas de carretera, una casona de adobe y de laminas, una temperatura ambiente de unos 8 grados en tiempo de calor, el viento y la lluvia hacen más intenso el frio, por lo que baje del auto totalmente arropado con suéter cuello de tortuga, encima un zarape, en fin bien abrigado, adentro en la estancia un calor agradable con más personas en el lugar que una joven que antendía a los comensales (YO) y, la Señora que estaba en la cocina, la pregunta de rigor en estos casos que tiene para desayunar? Mire tengo aquí tasajos para asar, para tomar chocolate, café y pan de yema (típico del estado), otra pregunta tendrá por ahí una cervecita, creo que si hay una, la ayudante o mesera fue a los estantes y trajo en sus manos una cerveza tecate bien fria, para ser sincero a mi nunca me gusto, pero esa era la única que tenían en el restaurante, bueno pues ni modos y de comer un tasajo asado, algo que despertó mi curiosidad fue ver a la señora que atendía el fogón poner directamente a las brasas incandescentes una porción del tasajo del tamaño de una sabana, al darle vueltas a la carne con sus dedos quitaba el carbón que se había apagado y pegado, hasta logra una cocción total, de verdad que rica y exquisita comida, de ahí seguir rumbo a la Ciudad capital, la carretera siguió cuesta abajo, pasando por el pueblo natal de Don Benito Juárez Garcia, Guelatao con una entrada principal con arcos en forma de agujas ornamentados con una especie de hiedra adheridas a las paredes de la construcción, fue todo lo que vi de la tierra que viera nacer a unos de los hombres de mayor envergadura de nuestro país y de todo Latinoamérica (El gran Benemérito de la Américas), por fin llegue a Oaxaca, edificios antiquísimos coloniales con sus formas arquitectónicas propias de la colonia sus iglesias alguna de ellas engarzadas o esculpidas en sus fachadas de oro puro, por dentro los ornamentos que lucen son de una textura inolvidable, después de una estancia de siete u ocho horas tomar el camino de vueltas ahora manejando de sur a norte del Estado; visite Oaxaca en la primera oportunidad que tenga, traerá consigo una maleta llena de recuerdos, no olvide llevar con Usted una cámara fotográfica, los recuerdos impresos en video o en fotos los estara viendo por mucho tiempo…..
JOSÉ MANUEL
REFORMA, CHIAPAS, MÉXICO
A 08 DE FEBRERO DE 2011

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