domingo, 23 de agosto de 2015

LA ÚLTIMA ETAPA DEL CAMINO

LA ÚLTIMA ETAPA DEL CAMINO
Desde que nacemos comenzamos a marcar el tiempo con los años acumulados y estos a su vez van marcando su paso inescrutable en nuestras vidas y, arrancamos con los primeros pasos y caídas que nos van forjando el carácter de saber caer y levantar para luego ser independientes de la mano de nuestro padres y con ello ya somos ´libres´ de caminar el camino que deseemos seguir en la vida, pero antes de eso tenemos que ir a  la escuelita, enseguida a la primaria, secundaria y bachilleratos y lo más talentosos y esforzados hacer una carrera en la universidad de acuerdo a su vocación, forjar una familia después de eso y cumular algunos bienes materiales y otros acumulan tesoros en el cielo donde el moho ni el orín corrompen. Se marca la vida a los 15 años y a las chicas les hacen una despedida de quinceañera con todo lo de la ley para darle paso a la convulsiva sociedad que los rodea de ahí en lo adelante, tan es cierto que en algunos lugares celebran esta liberación a los chicos con un ritual menos ostentoso  pero que en definitiva marca la transición de una etapa a otra en su diario vivir.
Con Karoll y Nara mayor y tercera de mis hijas 

Con Lyz Aneth y Kerem 1era nieta, segunda y mi hija 

Con Janai las más pequeña

Con José H Omar mis yernos

Con José H Jr. Mary José A y Omarito mis nietos 
 Bueno pues a mi hoy me toca dar y marcar la tercera edad al cumplir los sesenta rodeado de mis hijas, nietos y nietas con los yernos que me hicieron favor de escoger mis muchachas -de los cuales no tengo la mayor decepción-  de ninguno por ser hombres amables y respetuosos de sus mujeres e hijos por ende mi afecto incondicional para ellos como parte de esta familia, me debo ufanar por haber llegado a esta etapa de privilegiados mortales ya que es un don Divino poder estar con y entre Ustedes a la edad que hoy marca mi existencia sobre este planeta como afortunado y bendecido por todo lo que me ha ocurrido en los años pasados, creo poder decirle sin arrogancia alguna que dentro de las más preciadas de las disciplinas que me han llegado es un poco de humildad y ver las cosas tal y como son sin la soberbia que ata los corazones jóvenes y lo virtuoso de la vejez, saber apreciar el entorno es  una cualidad ha dejado huella  -el tiempo- , no podemos dejar pasar el tiempo sin forjar metas a corto, mediano y largo plazo, para disfrutar una vida mayor sin escarnios ni malos motivos para seguir viviendo como  hombre sexagenario. AMEN.
JOSÉ MANUEL
REFORMA, CHIAPAS
A 23 DE AGOSTO DE 2015          
        
         
          

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