miércoles, 25 de noviembre de 2009

ALEGORIAS

ALEGORIAS

Caminando río arriba he encontrado distintas y coloridas flores silvestres, unas blancas y otras rosas, verdes, amarillas y muchísimas flores de tanto colores, a la margen del río arriba, flores frescas radiantes llenas de luz, de esa luz queda la naturaleza, pura y limpia, de hojas grandes, hojas chicas de todos tamaños, hojas de igual forma de bellas, verdes y hermosas; a medida que caminaba escuchaba el susurro de las aguas, el trinar de aquellos, muy bellos pájaros de igual forma de muchos colores, de tantos colores que me pareció un mosaico de tantos y variados colores y en el agua unos no menos bellos colores de peces de un colorido florido, tan pero tan veloces, tan hábiles en su constante moverse en su ambiente tan natural; lo pajarillos de rama en rama coqueteando y jugando que al parecer todos eran los mismos, más allá me encontré con grandes y chicas mariposas de cuantos colores incontables, tamaños distintos, pero todas ellas con colores radiantes matizadas en su mayoría de ellas, con fuertes matices, también constantemente de flor en flor, voleteando de un lado a otro con gran exactitud; sigo caminando tan extasiado tan lejos de esta mundo, sumido en pensamientos tan perplejos por la sublime maravilla ante mis ojos, totalmente abierta, pero aun con todo he extrañado algo que me dejo lleno de sorpresa al advertir la ausencia completa de los lirios acuáticos, observe a lo largo y ancho de lo que se podía ver de ese río, en ese preciso momento me di cuenta cual era la respuesta a mi inquietud, aquel arroyo a medida que iba río arriba se hacia un poco más angosto y también más caudaloso lo que dio contestación a esa ausencia de lo lirios acuático que no había visto y estos no podían estar en ese caudal de rápidos veloces que cualquier persona que cayera por descuido en el cause sin duda que tenia que ser arrastrado por la corriente y por fin se dio respuesta a mis pensamiento, también me dije otro día será que pueda ver la hermosura de esos bellos lirios acompañados por lo regular de algunos patos silvestres y garzas de variados colores, seguí cuesta arriba observando todo no dejando nada a mi imaginación, ningún detalle de aquel inigualable paraje, lleno completamente de toda suerte de árboles,. frondosos tan fuertes en sus raíces y tal fuerza en si mismos que el paso de las aguas y el tiempo no avían erosionado sus petrificadas raíces y aun sus tallos, más adelante un peñasco no muy alto me franqueaba el paso, por lo que tuve que escalar y después de algunas horas logre subir a lo alto de tremenda roca, todo el esfuerzo se recompensaba al llegar al ver el naciente de aquel río que deslumbraba mi vista en su trayectoria; en la margen con todo aquello a mi paso transformando totalmente mis pensamientos llegue de una vez por todas al naciente buscado desde tempranas horas de la mañana, que aguas tan limpias saliendo a borbotones, con una sed inusual en mi tome a grandes tragos tirado al borde boca abajo de esa agua tan limpia y refrescante, tan dulce que en verdad no exagero como agua de coco, por unos minutos me quede extasiado contemplando ese borbotear de agua que venían del centro de la tierra; antes de emprenden el regreso, llene dos sendas ánforas con aquel liquido precioso y valioso para mi, por supuesto después de tanto subir comenzar a bajar con la mayor dificultad que el terreno presentaba, no deja escapar el momento, logre cazar mariposas y a la vez cortar de esas flores hermosísimas, que colores que combinación de ellos como si el mejor pintor plasmara sus pinceles en ellas, los pajarillos solo quedaron plasmados en mis pensamientos, solo quedaron recuerdos, ya entrada le noche llegue por fin a casa, de verdad muy cansado y con un hambre enorme, comí como poca veces lo había hecho no tardo tanto y me dormí, al día siguiente muy de mañana lo primero que hice fue un recuento de toda aquella travesía llena de cosas hermosa y bellas, recuerdo de los pajarillos de los peces y hasta de la ausencia de los lirios acuáticos, el peñasco que me impedía pasar para llegar al naciente de ese río que ni siquiera nombre tenia, todo ese recuerdo me hizo ver todo lo hermoso de mi mundo y lo poco que había hecho para merecer todo aquello y pensé en ti, cuantas cosas me haz dado, cuantas cosas me he perdido de ti, tantos coloridos cuantos bellos matices me haz regalado, como esos matices de las mariposas, que hermosa y maravillosa naturaleza mes haz regalado y por todo ello te doy gracias hoy de verdad he hecho un buen recuerdo de todo lo que he perdido al no saber de aquella rivera y por no querer caminar río arriba, si tu no has podido comenzar es viaje río arriba, hoy es tiempo para iniciar ese grandioso viaje, hoy en verdad te recomiendo comenzar ese fascinante recorrido.

ABRIL 30 DE 1998
REFORMA, CHIAPAS. MEXICO
JOSE MANUEL

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