SOBRIO
Allá por el 2008 precisamente en el mes de mayo entre el 28 y
el día 30, por estas fechas me enferme
de un padecimiento raro, todo comenzó en un restaurante a las afueras del
Reforma, lugar donde se come pescado y mariscos establecimiento que frecuentaba regularmente, tan regularmente
llegaba al lugar que me conocían los meseros y la meseras, por cierto los
dueños son amigos mio, personas que tal vez los primeros días de mi ausencia hayan notado extrañados mi partida y con el tiempo se tuvieron que conformar a no
verme, pero prosiguiendo con la platica, una tarde del 28 de mayo asistí con unos
amigos a comer y a tomar unas cervezas, al rato sentí que una frialdad se
apodero de mi pierna izquierda por lo que creí que me había caído agua de
hielo, sacudiendo el pantalón fuertemente en varias ocasiones hasta notar que no era agua ni nada por el estilo y
lo deje pasar, seguí con los amigos, por ese día terminamos la jornada con las
personas que me invitaron y en mi casa continué con unas cervezas más y el día
siguiente la seguí, pero para el lunes el mal ya estaba en las dos piernas, una
frialdad que molestaba y ese preciso día le dije adiós a la barra, recordando
aquel tango tan famoso ¨Adiós muchachos compañeros de mi vida, barra querida de
aquellos tiempos¨ Etc. Etc. En este mes glorioso de mayo estoy cumpliendo seis
años de vivir en el mundo real, lugar donde he progresado en algunos aspectos,
como por ejemplo en lo intelectual, creo que en lo espiritual y económicamente, me he dado cuenta
que vivir sobrio te da respeto, aprecio de tu familia y de los amigos,
te admiran por la fuerza de voluntad que haz hecho para salir de la
prisión del dios Baco, observas la vida pasar a tu lado con todas sus andanzas,
a los tomadores los veo sin resentimiento alguno, con lastima a su persona por
los sufrimientos que se han acarreado por su formar de beber, pero por
desgracia es una problemática de cada persona que se ha dedicado al vino, a
nivel personal no se puede hacer nada y menos cuando el enfermo pone pocas
ganas de salir adelante, ya que este mal te atrapa, no te suelta y a la larga
solo jirones de ropa y de hombre queda, sin dejar nada ni llevar nada, no habrá
historia ni historiador que relate algo de El, solo los relatos de Coscomatepec
en el libro de Jesús Domínguez Rosas
editado allá por 1971 ¨El encanto apacible de mi tierra Coscomatepec¨ da
reseñas de algunos hombres y mujeres que se dicaron a la bebida y que
tristemente murieron….
JOSÉ MANUEL
REFORMA, CHIAPAS, MÉXICO
A 28 DE MAYO DE 2014
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