A MAMÁ
A mi mente llego como fugaz recuerdo, de tiempos pasados; al ver por la acera de la calle Mariano Abasolo a una mamá de escasos un metro y cincuenta centímetros de altura empujando una carriola con un bebe de unos dos o tres meses de edad y de tras de la señora un niño como de un año y medio o tal vez ya los dos, corriendo tan de prisa, que el sudor perlaba su frente y los ojos saltados, por el esfuerzo de ir tan de prisa, tratando de ir a la par de su mamá, creo que su mente infantil, pensaba que si su madre lo dejaba jamás la vería en toda su vida, que pena sentí en lo más adentro de mi ser y como dije antes los retorcidos recuerdo anegaron el corazón y mi mente, solo que la edad que tenia pudo haber sido como de cinco o siete años, cuando mi madre y mi papá se tornaban en verdaderos vendavales entre ellos, por esto o por lo otro, de tal manera que mamá, arrancaba a correr a donde esta la abuela, (mamá de mi padre), solo que la distancia que había, de la que ahora es la Ciudad de Reforma, Chiapas, México, a la Ciudad de Villahermosa, Tabasco, que consta de unos 40 kilómetros y por esos años no había transporte de ninguna índole, solo se salía por lanchas con motor fuera de borda y el pasajero tenia que ir arriba de la costalera de maíz, frijol, barbasco o corozo que por lo regular se vendía en la Ciudad de Villahermosa, las carretas existentes eran intransitables principalmente en las épocas de lluvia, recuerdo que el pasajero* entraba al pueblo en las épocas de más intenso sol, por que los caminos estaban totalmente secos y el arroyo de boca de limón bajaba hasta alcanzar el lecho arenoso del cause y por lo más duro del terreno lograban pasar los operadores de esos rudimentarios autobuses de pasajeros y esto solo lo hacían una vez al día en esa temporada de sol y de ahí a pie o a caballos, bueno de vueltas al tema de los recuerdos, en una de esas discusiones de nuestros padres, mamá toma el camino a pie a boca de limón entre unos grades lodaceros que recuerdo muy bien que llegaban hasta las rodillas y entre el batidero de lodo Rodolfo (FITO) mi hermano menor y yo de tras de mamá con tal de irnos con ella a ver a la abue, solo que yo caminaba unos paso para adelante, otros más para atrás, cosa que hacia que la caravana no avanzaba y el día se iba haciendo grande, de ahí que mi madre me decía a gritos te vas con nosotros o te quedas con tu papá¡ por fin me decidía de seguir a mi mamá, por aquellos terrenos fangosos. Por fin no recuerdo a que hora o que día llegábamos con la abuela, que vivía en casa de mi tío Pedro morales, el problema consistía en que más tardábamos en llegar, que la abuelita en convencer a mi madre que lo más correcto para ella y para los niños era volver a casa con papá, ahí nos ven devueltas entre los caminos llenos de lodo; que días tan memorables esos, es por ello que tal vez, al ver al niño aquel correr con gran determinación de tras de su mami me llego el recuerdo…..
*autobuses para pasajeros
A mi mente llego como fugaz recuerdo, de tiempos pasados; al ver por la acera de la calle Mariano Abasolo a una mamá de escasos un metro y cincuenta centímetros de altura empujando una carriola con un bebe de unos dos o tres meses de edad y de tras de la señora un niño como de un año y medio o tal vez ya los dos, corriendo tan de prisa, que el sudor perlaba su frente y los ojos saltados, por el esfuerzo de ir tan de prisa, tratando de ir a la par de su mamá, creo que su mente infantil, pensaba que si su madre lo dejaba jamás la vería en toda su vida, que pena sentí en lo más adentro de mi ser y como dije antes los retorcidos recuerdo anegaron el corazón y mi mente, solo que la edad que tenia pudo haber sido como de cinco o siete años, cuando mi madre y mi papá se tornaban en verdaderos vendavales entre ellos, por esto o por lo otro, de tal manera que mamá, arrancaba a correr a donde esta la abuela, (mamá de mi padre), solo que la distancia que había, de la que ahora es la Ciudad de Reforma, Chiapas, México, a la Ciudad de Villahermosa, Tabasco, que consta de unos 40 kilómetros y por esos años no había transporte de ninguna índole, solo se salía por lanchas con motor fuera de borda y el pasajero tenia que ir arriba de la costalera de maíz, frijol, barbasco o corozo que por lo regular se vendía en la Ciudad de Villahermosa, las carretas existentes eran intransitables principalmente en las épocas de lluvia, recuerdo que el pasajero* entraba al pueblo en las épocas de más intenso sol, por que los caminos estaban totalmente secos y el arroyo de boca de limón bajaba hasta alcanzar el lecho arenoso del cause y por lo más duro del terreno lograban pasar los operadores de esos rudimentarios autobuses de pasajeros y esto solo lo hacían una vez al día en esa temporada de sol y de ahí a pie o a caballos, bueno de vueltas al tema de los recuerdos, en una de esas discusiones de nuestros padres, mamá toma el camino a pie a boca de limón entre unos grades lodaceros que recuerdo muy bien que llegaban hasta las rodillas y entre el batidero de lodo Rodolfo (FITO) mi hermano menor y yo de tras de mamá con tal de irnos con ella a ver a la abue, solo que yo caminaba unos paso para adelante, otros más para atrás, cosa que hacia que la caravana no avanzaba y el día se iba haciendo grande, de ahí que mi madre me decía a gritos te vas con nosotros o te quedas con tu papá¡ por fin me decidía de seguir a mi mamá, por aquellos terrenos fangosos. Por fin no recuerdo a que hora o que día llegábamos con la abuela, que vivía en casa de mi tío Pedro morales, el problema consistía en que más tardábamos en llegar, que la abuelita en convencer a mi madre que lo más correcto para ella y para los niños era volver a casa con papá, ahí nos ven devueltas entre los caminos llenos de lodo; que días tan memorables esos, es por ello que tal vez, al ver al niño aquel correr con gran determinación de tras de su mami me llego el recuerdo…..
*autobuses para pasajeros
JOSE MANUEL
REFORMA, CHIAPAS, MÉXICO
A 23 DE JULIO DE 2010
REFORMA, CHIAPAS, MÉXICO
A 23 DE JULIO DE 2010
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