Compradores convulsivos -foto tomada de Google-
SOCIEDAD CONSUMISTA
Vivir en una sociedad que consume
convulsivamente de toda clase de productos es vivir compitiendo por las mejores
cosas, desde ropa de las mejores tijeras
hasta los mejores manjares, de igual
forma la más deliciosa clase de vinos que
el mundo produce y que decir de autos los más lujosos hasta mascotas de
exóticas ¿Pero que implica vivir en este mundo, donde
las personas trabajan solamente para solventar sus gastos personales? Y ¿Cómo
hacer para conseguir los recursos para vivir en esta competencia? Las personas
que nacieron en una casa sobrada de recursos no serán los que sufran los
reclamos que la mercadotecnia exige propaganda consumista que nos llega a
segundos por los medios comunes que la
misma sociedad ha creado para llegar al mayor número de consumidores unos cautivos
y otros que se adhieren cada día a esta sociedad consumista, sociedad que he
llegado a comparar con las grandes plagas que devoran todo a su paso –chapulín-
y dejan desolado los sembrados de maíz,
frijoles y todo aquello que encuentren a su paso. Esta sociedad es algo de lo
cual debemos cuidarnos ya que cuando se trata de aquellas cosas que compramos
de forma superflua o las que se compran por presumir los gastos se hacen de
forma permanente como es comprar los mejores trajes o los mejores zapatos pues
muchos tienen que trabajar horas extras y si no se aprietan los cinturones para
esto lujos y siempre estarán con una carga excedida de pasivos porque también
los bancos promueven el uso de las tarjes de crédito como si estás fueran pan
caliente del día.
Si bien es cierto que la clase
trabajadora tiene que vivir de su esfuerzo con tal de mantener su casa y para
otros gastos muchas veces tiene que
trabajar la pareja para que de esta forma puedan tener para sus gastos.
Lo peor es el consumo exagerado
que tenemos de los recursos no renovables nos está conduciendo al camino sin
retorno y los gobiernos tienen que hacer
malabares para que la sociedad no se convulsiones al no poder alcanzar sus
aspiraciones de consumo.
Vivir en una sociedad consumista
es pensar de manera egoístas y personal debemos de pensar con responsabilidad en lo que cada uno hace como individuo y como gastamos los muchos o poco recursos que generamos para el sostén de la casa. Creo si de manera personal que nos y
corresponde analizar a donde se está yendo nuestro dinero si se va al cochinito
de los ahorros o se van por el caño del drenaje sin jamás retornar. En efecto
sabemos que mucho dinero se nos escapa en gastos imprevistos, pero si estos están guardados para los eventos
fortuitos como son las enfermedades, que
se presentan cuando menos las esperamos no tendremos la necesidad de adquirir
pasivos que nos ahogarían a la larga y para la jubilación no quedaría nada.
Esto es lo que debemos de saber para no terminar dentro de una sociedad
consumista.
JOSÉ MANUEL
REFORMA, CHIAPAS, MÉXICO
A 08 DE FEBRERO 2016
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