COMIDA EN LA COSTA
A petición de mi nieto
hijo único de mi hija Nara mi yerno José Hugo nos invitaron a comer a un
restaurante que esta en Puerto Ceiba, Tabasco, México, un lugar agradable a
lado de un brazo de mar donde los paseantes y comensales pueden alquilar botes
con motor fuera de borda y hacer un paseo por la rivera de ese hermoso lugar,
se ven las embarcaciones de cayucos y lanchas de pescadores desde que se cruza
el puente hasta llegar a Chiltepec, todas esas comunidades se dedican al
servicios restaurantero a la pesca y a la venta de exquisitos dulces de coco,
de leche y merengues de riquísimo sabor. El viaje desde Reforma, hasta Puerto
Ceiba es de dos a dos horas y media, pasando por Cunduacán y Paraíso Tabasco,
por supuesto en auto particular, por ambos lados de la autopistas se ve una
gama de colores verdes desde el más fuerte hasta el color verde más tenue de la
arboleda que hay a la horilla de la carretera, haciendas antiquísimas con
techos de tejas de barro con porches enormes donde los productores de cacao
asoleaban los granos después de lavarlos cuidadosamente para luego procesarlos –tostado
y molidos- en un rico chocolate de sabor atrayente, algunos chocolateros lo preparan,
con almendras molidas, galletas y hasta le ponen una o dos pimientas con tal de
acentuar su sabor de bouquet inigualable, que tierra tan productiva de este
grano, grano que un día en años pasados sirvió
de moneda en estas regiones después de la conquista. ¿Pero como es que surge la
invitación para ir a tan lindo lugar? Pues nada que José H mi yerno y Nara mi
hija han enseñando a mi único nieto de ese matrimonio a comer manitos de cangrejo
y el sábado por la tarde les dijo a sus papas que quería comer manitas de
cangrejo pero que invitaran a sus abuelitos maternos –que somos Mary y Yo- y en
ese mismo instante nos hicieron la amable invitación vía telefónica para que
nos preparáramos para salir el domingo a Puerto Ceiba a comer por iniciativa
del nieto, ni tarde ni perezosos hicimos preparativos par acompañarlos y les
puedo decir que no nos arrepentimos de haber aceptado ya que la comida fue de
paladares exigentes, de entrada unos ostiones a la Rockefeller, un par de
tortillas al mojo de ajo, las famosas manitos de cangrejo a la mantequilla para
el bello durmiente –mi nieto que se había dormido- luego el plato fuerte para
Nara una mojarra frita y para Janai, para José H y para Mary posta de robalo al
mojo de ajo y yo pedí una posta de robalo a la ¨veracruzana¨ creo que un poco
distinto el guiso como lo había degustado algunas vez en Veracruz, pero eso no
le quito merito al cocinero del restaurante ya que estaba delicioso, para tomar, dos jarras de naranjada de muy buen sabor y mi
yerno degusto dos cervezas negras, antes
que era tomador eran de mis preferidas, hoy tengo cinco años y medio sin probar
alguna bebida etílica, ya con el estomago lleno y con el gusto de saborear
tanta exquisitez tomamos algunas fotos cerca del atracadero de dicho
restaurante y de vueltas a Reforma en un santiamén, creo que se hace más cerca
el regreso y, así dimos por aceptada la invitación de José H Junior a la comida
de ayer, gracias hijo, por tener tan buenos gustos y sobre todo tener ese corazón
de tomarnos encuenta….
JOSÉ MANUEL
A 20 DE ENERO DE 2014
REFORMA, CHIAPAS, MÉXICO
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