ENCAJONADO
Te has sentido alguna vez de tu vida encajonado? Bueno, entonces creo que te debo de decir que para mi estar encajonado es estar atrapado en callejón sin salida, o en un cuello de botella, cosa que nos dificulta la libre salida a los problemas de toda índole, o a los asuntos de más urgencia, estos se presentan en el transcurso de nuestras vidas y, los que nos causan pesar son los de enfermedades de nuestros familiares cuando estas no tienen solución inmediata , o no hay una salida lógica a los asuntos de salud, asuntos que parecen que cada día se hacen cerros de cuestiones que han afectado la vida de los seres más queridos, de los más cercanos, esos son los problemas que no encajonan y nos dictan ciertas reglas a seguir sin el consentimiento de nosotros, los familiares que nos encontramos impotentes al no poder hacer más por aquella persona que queremos, persona que no queremos que sufra y mucho menos que se no encamine en el viaje sin aparente retorno, cuando ellos se nos bajan del tren que nos traslada en la vida por senderos inhóspitos y, en estos senderos son los que tenemos que aprender a sobrellevar como una gran mochila cargada en las espaldas, como un verdadero alpinista, estas personas que han entrenado sus cuerpos con tal de alcanzar la cima de la montaña más elevada del planeta y colocar por primera vez la bandera de su nación en ese pico bañado por la nieve; creo que ese entrenamiento nos haría bien, lo malo que la carrera de la vida no es así, pero si tenemos que seguir los ejemplos de vida que llevan a todo ser humano a subir a lo alto de la montaña, cueste lo que cueste y no sentirse encajonado, donde el empaque no dice frágil para que los demás nos traten con cuidado, ese cuidado es personal de nadie más y aun así los años añejos nos piden cuentas con el tiempo y ahí es donde volvemos a sentir la fatiga de no encontrar la salida aparente, por lo que el gozo se va de nuestros ojos, el semblante decae, los proyectos se trucan, pero a veces vamos a la mitad de la cuesta, el tren sigue su marcha no podemos bajar ni debemos apearnos, por un simple capricho de decir aquí me quedo, son las cosas de las cuales no tenemos una solución personal al acto final….
JOSÉ MANUEL
REFORMA, CHIAPAS, MÉXICO
A 22 DE SEPTIEMBRE DE 2011
Te has sentido alguna vez de tu vida encajonado? Bueno, entonces creo que te debo de decir que para mi estar encajonado es estar atrapado en callejón sin salida, o en un cuello de botella, cosa que nos dificulta la libre salida a los problemas de toda índole, o a los asuntos de más urgencia, estos se presentan en el transcurso de nuestras vidas y, los que nos causan pesar son los de enfermedades de nuestros familiares cuando estas no tienen solución inmediata , o no hay una salida lógica a los asuntos de salud, asuntos que parecen que cada día se hacen cerros de cuestiones que han afectado la vida de los seres más queridos, de los más cercanos, esos son los problemas que no encajonan y nos dictan ciertas reglas a seguir sin el consentimiento de nosotros, los familiares que nos encontramos impotentes al no poder hacer más por aquella persona que queremos, persona que no queremos que sufra y mucho menos que se no encamine en el viaje sin aparente retorno, cuando ellos se nos bajan del tren que nos traslada en la vida por senderos inhóspitos y, en estos senderos son los que tenemos que aprender a sobrellevar como una gran mochila cargada en las espaldas, como un verdadero alpinista, estas personas que han entrenado sus cuerpos con tal de alcanzar la cima de la montaña más elevada del planeta y colocar por primera vez la bandera de su nación en ese pico bañado por la nieve; creo que ese entrenamiento nos haría bien, lo malo que la carrera de la vida no es así, pero si tenemos que seguir los ejemplos de vida que llevan a todo ser humano a subir a lo alto de la montaña, cueste lo que cueste y no sentirse encajonado, donde el empaque no dice frágil para que los demás nos traten con cuidado, ese cuidado es personal de nadie más y aun así los años añejos nos piden cuentas con el tiempo y ahí es donde volvemos a sentir la fatiga de no encontrar la salida aparente, por lo que el gozo se va de nuestros ojos, el semblante decae, los proyectos se trucan, pero a veces vamos a la mitad de la cuesta, el tren sigue su marcha no podemos bajar ni debemos apearnos, por un simple capricho de decir aquí me quedo, son las cosas de las cuales no tenemos una solución personal al acto final….
JOSÉ MANUEL
REFORMA, CHIAPAS, MÉXICO
A 22 DE SEPTIEMBRE DE 2011
Si. En nuestro camino por la vida habrán siempre hechos ingratos que escaparán sin remedio a nuestra influencia y que todo lo que podremos hacer cuando nos atropellen será levantarnos, curarnos las raspaduras, hacer un recuento de lo que quedó para luego continuar la marcha.
ResponderEliminarEn efecto Mario la vida, que vida, son los actos conjuntos del universo que parecen en un momento estar siempre encotra de nosotros, pero cuando se tan y se decubren a tiempo, puede habeer tiempo de darles salución, si mayor tropiezo
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