UNA DECADA
Hoy conmemoro el fallecimiento de
mi papá a diez años de su muerte. Un día 19 de febrero de 2013 después de estar
hospitalizado 14 días en terapia intensiva por la gravedad de su enfermedad,
que al final le quitara la vida.
A horas de la madrugada le
retiraron el respirador artificial que lo tenia con vida pues desde que ingreso
al hospital fue intubado por lo delicado de su enfermedad, minutos después le
dieron la noticia a mi hermano Martin de su fallecimiento. El día siguiente 20
de febrero lo llevamos a su descanso en el panteón de la zona 5
Recordar a mi papá es recordar a un hombre humanista y altruista que tomó estas cualidades como medio de vida, misma que llevo a la práctica con empatía hacia familiares y a amigos, sin dejar de mencionar a su muy nutrida clientela que por más de 41 años lo visitaron en su farmacia ¨Burelo¨ ubicada en la calle Abasolo número 23 de esta Ciudad, gente que hasta la fecha recuerda lo atinado de sus tratamientos y entendimiento de las necesidades de esas personas que le confiaban su salud.
Durante su hospitalización sus
amigos y hermanos en la fe desfilaron en las instalaciones del nosocomio y,
aunque él no estaba consciente fue una gran muestra del afecto y cariño que le
tenían.
Durante su velorio, en su casa
fue una romería de gente de todas partes del municipio, gente, que vino de las
rancherías y colonias a darle su último adiós a la vez de solidarizarse con sus
deudos en especial con mi mamá en esos momentos de difícil situación, cosa que
agradezco siempre a diez años de ese triste acontecimiento para la familia
Burelo López.
Entre los familiares que lo
acompañaron estuvo mi tía David, José I y tío Lalo Lanestosa. Tío David y José
I, fallecieron años después y, tío Lalo a más de 90 años vive gozando de salud
gracias a Dios.
Mi tía Nelly, tía Lucia, Tía Rosita y como no agradecer a todos mis primos que nos acompañaron solidariamente, durante el velorio y hasta llevarlo a su tumba.
Mi mamá compañera de toda su vida se ha visto mal que hasta un marcapasos le tuvieron que implantar sus médicos ya que su corazón se ha visto cansado estos años. Una mujer incansable, de verdadera lucha por la vida con decirles que unos meses antes de la muerte de mi papá inicio la construcción de una casa nueva, casa que no se termino con la presencia de papá, pero ella con su esfuerzo y el apoyo de amigos y hermanos de la fe termino de hacer, casa que hoy vive.
Siempre que me ocupo en tratar de decir parte de la historia de mi papá se me van los anécdotas, chistes y bromas que decía, no tengo dudas que tenia una buena respuesta y consejo para el que quisiera de sus hijos aceptar, hombre que se esforzó por dejar un legado dentro de su familia y de la comunidad a quienes sirvió por más de 58 años, aplicándole sus inyecciones, curando sus heridas por armas de fuego o por machetes amén de atender sus hijos de distintas enfermedades tropicales, propias del ambiente de Reforma de esos años.
Papá hoy recuerdo tu vida y del
dechado que dejaste para tus hijos, dechado que no pudimos seguir -al menos yo-
a la manera que tú viviste, en verdad que lo zapatos que usaste no es sencillos
de llenar.
Descansa en paz papá hasta que
recibas la esperanza con la que te fuiste de vivir en un paraíso terrenal.
JOSÉ MANUEL
REFORMA, CHIAPAS, MÉXICO
A 19 DE FEBRERO DE 2023
